Guanajuato, Gto.; 7 de diciembre de 2018.− La vocación turística de Guanajuato, Ciudad Patrimonio desde el 9 de diciembre de 1988, surgió en la última década del siglo XIX, tras la incursión de trabajadores norteamericanos en las minas adyacentes al núcleo poblacional.

Durante su ponencia sobre el devenir histórico de Guanajuato Capital, el cronista de la ciudad, José Eduardo Vidaurri Aréchiga indicó que, hacia 1890, los visitantes estadounidenses se maravillaron con el acervo colonial de edificaciones civiles y religiosas, difundieron las fotos que captaron y recomendaron visitar la ciudad.

 

A más un siglo de aquel acontecimiento que condujo al catálogo cultural por una vertiente turística, el catedrático de la Universidad de Guanajuato dijo que la ciudad enfrenta el reto de construir un modelo para regular las nuevas dinámicas de interacción social que surgen a partir de la promoción del patrimonio edificado.

 

Luego de ofrecer un ilustrativo recorrido por la historia local, Vidaurri Aréchiga conminó a “sentarnos a platicar entre todos los actores de la sociedad y ordenar para el bien de la población”.

 

Aseguró que un primer paso en este camino lo representa la Dirección de Imagen Urbana y Gestión del Centro Histórico, instituida a partir de la Administración que preside el alcalde Alejandro Navarro Saldaña y cuyo funcionamiento depende de la Dirección General de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (antes Desarrollo Urbano).

 

Por las características particulares de la ciudad, donde coexisten infraestructuras del pasado y del presente, el Gobierno Municipal genera nuevos proyectos de movilidad, recuperación de espacios públicos y mejoramiento de servicios municipales, como los trabajos de mantenimiento en la bajada histórica del Tecolote y las intervenciones en múltiples callejones pintorescos.

 

En el umbral de la conmemoración por el 30 aniversario del ingreso de Guanajuato a la lista del Patrimonio Mundial que gestiona a UNESCO, el Cronista enumeró órganos, acciones e instrumentos que sirvieron de preámbulo para obtener el nombramiento internacional, como el Comité ProTurismo y la Junta de Monumentos Coloniales durante la primera mitad del siglo XX, el aprovechamiento del cerro de San Miguel como el mirador natural por excelencia, la creación de la Orquesta Sinfónica en 1951 o la Ley de Monumentos Históricos que José López Portillo promulgó en 1982, entre otros hitos de la conservación y del turismo.

 

De los ejemplares del barroco que acrecentaron la fama de Guanajuato como meca cultural y facilitaron la obtención de la declaratoria como Ciudad Patrimonio, el ponente mencionó el templo de San Diego y el de Cata e invocó los máximos años del máximo apogeo minero, entre 1715 y 1790, aproximadamente, como el origen del esplendor arquitectónico.

 
Categoría: Cultura